Ay... esas oportunidades... (cap. 3)

Nos montamos en el coche de camino a mi casa.

Él va callado, concentrado en la carretera. No me mira, sólo conduce.
La música del cd me va adormeciendo poco a poco.

De pronto, siento una mano acariciándome la cara.

"Despierta", me dice sonriendo,
"hemos llegado hace un rato, pero estabas tan dormida que me ha costado despertarte".

Abro los ojos lentamente y me desperezo.

Ya es noche cerrada y las farolas son la única luz que entra por la luna del coche.

"Vete o llegarás tarde a casa", me susurra al oído y me besa la mejilla.

"Qué más da", contesto, "no creo que nadie me haya extrañado en casa".

"Yo lo haría". Sigue el silencio.


Le doy un último beso y lo miro a los ojos.

Siempre me han transmitido mucha paz y esta vez la necesitaba.

Lentamente bajo del coche y entro en el portal de mi casa. Mientras cierro la puerta sigo mirando ese coche que se aleja poco a poco, sonriendo tranquila, sosegada.

Arriba, en casa, me espera alguien, alguien al que yo no quiero pero que está ahí. Alguien que me acompaña siempre y no es una fugaz tarde de verano en la playa.

"Tendré que dar muchas explicaciones", pienso mientras subo las escaleras aún con esa sonrisa tonta en la cara, "o no...".

Abro la puerta de mi casa. Él está esperandome, como siempre, sentado en el sofá del salón.

"Hola, estoy algo cansada", miento, "me voy para cama".

Él, impasible, continua viendo la televisión.
Yo, volviendo a la realidad, me tumbo en mi cama y mando un sms: "m nknto star sta trd cntig.tk"

Y allí me quedo, quieta, recordando algo que desconozco si volverá a pasar, algo maravilloso pero corto al mismo tiempo.

Y me duermo.







------------
Pregunta del día: "¿cuándo lo volveré a ver?
Frase del día: "Nos presentó tu amiga, la que dice que adivina futuros por venir (...)" A. Sanz
Canción del día: With or without you - U2