14/9/06

Un día extraño

Llegué cansada a casa después de mi jornada laboral. Me tumbé en la cama, cerré los ojos y abrí los brazos a modo de jesucristo crucificado. Allí me quedé un buen rato, sin pensar en nada, sólo descansando.

Debió de pasar media hora más o menos desde que me quedé dormida. El sonido del móvil ahogado por los miles de bolsillos de mi bolso estaba empezando a retumbar en mis oídos, así que acabé por levantarme de mi placentera siesta y responder a quien me llamara en tan mal momento.
Era él.
Vi su nombre en la pequeña pantalla del teléfono y se me quitaron las pocas ganas de hablar. No tenía ganas de volver a escuchar las mismas tonterías una y otra vez, los mismos camelos, los mismos engaños.

Sin embargo descolgué.
Un "hola corazón" se escuchó al otro lado de la línea. Una atractiva voz me proponía un plan que no podía rechazar. No podía ser, yo no podía volver a caer en la trampa de siempre. Tenía que recordar todas aquellas tardes esperando por alguien que no iba a aparecer, por alguien que ni siquiera merecía la pena, pero que siempre estaba ahí.
El ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Ay, si sólo fueran dos...

Caí.
Acepté la proposición y volví a caer.
Colgué el auricular del teléfono y me senté en la cama en silencio. No me sentía bien con lo que iba a hacer, pero la atracción podía conmigo. Me levanté, me di una ducha rápida y me vestí lo más aprisa que pude.
Mi pelo todavía estaba mojado cuando el telefonillo dio fin a mis horas de soledad.

"Si?" - en el fondo quería pensar que no era él, que se habría olvidado como tantas otras veces.

"Bajas?" - la misma voz del teléfono, el mismo tono de voz, la misma persona...

"Sí, sí. Voy ahora"

Bajé las escaleras en un suspiro. Cuando llegué al portal, me quedé allí quieta por un instante, mirando hacia afuera tras los cristales de espejo que evitaban que me pillasen. Su coche estaba allí delante aparcado en doble fila. Él estaba dentro, esperando por mi.
Me subí a su coche en silencio, esperando quizás una explicación sobre su llamada, su insistencia, un algo. Pero no obtuve respuesta, tan solo una estúpida conversación que duró la mayor parte de la tarde.

Después de un par de horas de cafés, viaje en coche y charla, llegamos de vuelta al portal de mi casa. Aparcó en su doble fila correspondiente y apagó el coche.

"¿Por qué?" - instantánea e inconscientemente las palabras salieron de mi boca.

"¿Por qué, qué?" - su cara era un poema.

"Todo esto, la llamada, la invitación, el paseo, los cafés... ¿por qué ahora? ¿por qué no cuando tuvo que ser?"

"No lo sé... quizás me sentía demasiado sólo hoy"


Se acercó más a mi. Cerró los ojos y me besó. Yo me quedé allí quieta, inmóvil, mirándolo fijamente.
Mis ojos se fueron cerrando poco a poco y le devolví el beso. No sé porqué lo hice, yo no quería hacerlo. Cuando logré reaccionar, me eché hacia atrás y abrí la puerta del coche.



"Esto no puede pasar. Lo siento. Deseé con todas mis fuerzas que volviera a suceder, y ahora que estoy aquí me doy cuenta que es un error. Saluda a tu mujer de mi parte. Es una buena mujer." - cerré la puerta y entré en el edificio.

Con las luces apagadas entré en la habitación y cerré la puerta tras de mi. No tenía hambre, ni sueño, ni nada. Me tumbé, cerré los ojos y soñé que esto nunca había ocurrido.



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Pregunta del día: ¿cúando te veré de nuevo?
Frase del día: "No es oro todo lo que reluce, ni todo lo que anda errante está perdido." J.R.R. Tolkien
Canción del día: Labios compartidos - Maná

7 comentarios:

maRKis_puGa dijo...

Siempre se cae en las mismas trampas aunq lo mejor sería pensar antes de actuar, pero como no se dá!!!
besos Meighi ;)

Marta dijo...

Justo estoy oyendo Labios Compartidos:).

No sé qué decirte...no sé si es autobiográfico o una ficción literaria, pero aunq lo sea, seguro q más de una vez te ha pasado...Yo estoy en la encrucijada. Quiero resistirme, pero..no tengo fuerza de voluntad suficiente. No sé qué hacer. Pero bueno, aunq sea un suicidio racional...tropezaré por milmilonésima vez en el mismo pedrusco.

biquiños

Lúa dijo...

Joder como te comprendo nena!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!me ha pasado lo mismo desde mayo del año pasado hasta hace bien poco.....no podia dejar de pensar en una persona que me ha hecho la vida imposible siempre, y yo no lo podia evitar...hasta que me he dado cuenta de que realmente me merezco algo mucho mejor y deje de caer en la trampa...
Llegara ese momento, no lo dudes....animo y besiños

Akroon dijo...

Eso de que el ser humano es racional es muy discutible... o no??? A veces nos movemos ya no por instintos solamente, pero sí por eso que hace que se nos remuevan las tripas (porque los sentimientos o las sensaciones que se nos antojan inevitables no se siente en el corazón, se sienten en el estómago...). ¿Cómo evitarlo? Ni idea... Supongo que como dice Lúa, llega un momento en el que nos damos cuenta de que no nos compensa, y ahí sí rige la racionalidad.
Somos una extraña mezcla... pero interesante...
Lo único que puedo decirte es, desde la distancia de los hechos, evidentemente, mereces más que el hecho de que te llame porque tal vez ese día se encontraba demasiado solo... aunque caerás en la tentación las veces que sean necesarias hasta que tú misma tomes la decisión... es malo eso?? No necesariamente... yo pienso que la experiencia vital es buena...

Un besote, guapa!!

moucho branco dijo...

...e eu estou dacordo, e sendo un pouco friki, (para non variar) diría iso de "aquello que no nos mata nos hace más fuertes". :D

saúdos.

DANI dijo...

Porque se sentía solo???

CANALLA!!!!

Un beso de los de verdad.

Unknown dijo...

Capitán: lo de pensar antes de actuar es una técnica que debería aprender pero que nunca lo hago... asi me va :P

Marta: A mi también me ha pasado algo así, y lo que dices tú, el pedrusco es tan grande que caes siempre.
De todos modos si esta historia es ficticia o no... vamos a dejarlo ahí ;)

Lua: yo creo que a todos nos ha pasado algo por el estilo, el caso es darse cuenta del error y empezar a remendar por donde se pueda. El momento siempre llega :)

Akroon: Hombre, yo creo que de todo esto, lo único bueno que te puedes llevar es la experiencia de los hechos, siempre y cuando la utilices después... que sino estamos en lo mismo :P

Moucho: si... ou como diria miña abuela "o que non mata enghorda" xDD

Dani: porque todo el mundo se siente sólo de vez en cuando, y es imposible remediarlo.

Besos a todos :D