Está sentada en un banco del parque.
Espera paciente una mirada, un gesto, una sonrisa.
La brisa mueve su pelo ondulado, su mirada está perdida en la profundidad del camino que lleva hacia allí.
A lo lejos, una figura humana aparece y el corazón se le acelera a la vez que la sombra se va haciendo cada vez más grande. Cuando logra reconocerla, el corazón se para, no es lo que esperaba, ni siquiera se parecía...
Tranquilamente, saca de su bolso un revista y se pone a ojearla. Pasa el tiempo, pero nadie se para frente a ella, sigue sola. Sólo necesita una caricia, una persona que se fije en que está ahí.
Quizás haya pasado de largo, quizas se haya fijado alguien y ella no se dio cuenta, pero sigue ahí, con la última gota de esperanza que le queda para poder confiar en alguien, para que alguien pueda acercarse, mirarla y querer ofrecerle lo que ella necesita.
Nadie se acerca, pero ella sigue esperando...
1 comentario:
lo sigue esperando porque sabe que "lo esperado" es su tesoro más precioso, y otra cosa no le importaría.
espera, pero sufre. cómo lo sufre...
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