2/4/05

Historia de una pasión

Cuando dejé a mi novio nunca pensé que me pasaría algo así. Él siempre tonteaba con niñas pequeñas y me acabé cansando de sus "llegaré tarde a cenar", así que un día, le puse las maletas en la puerta y le dije que se había acabado todo.
Aunque no podía dejar de pensar en él, me hice a la idea de no volverlo a ver. Un poco ilusa, la verdad, ya que yo trabajaba en un bar y él venía todas las noches con sus amigos.

Una noche estaban allí, él y un amigo suyo. No dejaban de mirarme, sufría un acoso continuo de miradas de arrepentimiento. Al final, después de ser "un poco borde" con ellos, conseguí que se fueran un poco más temprano de lo habitual.

Mientras acababa de limpiar el bar, llegó su amigo y comenzamos a hablar. Él también estaba destrozado porque su vida no iba todo lo bien que él quisiera.

Bebimos, bebimos y seguimos bebiendo.
Las copas se acumulaban en la barra mientras nosotros jugábamos al billar, con música sensual de fondo.
Se acercó a cambiar la canción, venía fumando y eso le daba un toque muy sensual



Se acercó a mi, me dio a fumar de su cigarro.
Me miraba fijamente, cada vez más y más cerca. Yo no podía apartar mis ojos de su boca, de sus dulces labios que me llamaban fuertemente, que me decían que me acercara un poco más.
Y lo hice. Dejé atrás todo lo mal que lo estaba pasando, le eché valor y me acerqué a él.



Mis labios recorrieron todo su cuello, desde el lóbulo de la oreja hasta su barbilla llegando a su boca, que esperaba por la mía impacientemente.
Sin pensarlo más me besó. Mi cuerpo se estremeció. Sabía que no debía hacerlo y sin embargo lo estaba deseando.

Nos acercamos al billar, me empujó contra el y me tumbó encima.
Poco a poco fue desabrochando mi blusa, rozándome con sus manos por todo mi cuerpo. Me abrazó, intentándome desabrochar el sujetador. "Es complicado", me dijo, y sin pensármelo dos veces yo misma me lo desabroché.

Sus manos recorrieron mi torso desnudo, desde el cuello hasta la cintura, llegando a la rodilla, donde comenzaron a subir de nuevo. Casi sin darle tiempo a pensar me subió la falda y jugó con mi ropa interior.

Yo, mientras tanto, ardía de placer en un mar de sentimientos que no me dejaban pensar en lo que hacía. Con lujuria le desabroché su camisa, rompiéndole algún que otro botón. El pantalón quedaba encima del billar, pero pronto nos molestó y acabó en la otra punta del bar de un tirón.

Alli nos quedamos toda la noche, fundiéndonos en puro deseo, en puro placer.
A la mañana siguiente, la resaca pudo con nosotros.

Pero algo más venía en camino...

Pregunta del día: ¿por qué nada es fácil en esta vida?
Frase del día: El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella (Paulo Coelho)
Escuchando: tocotó :p

4 comentarios:

Tuxina dijo...

¡¡waaauu!!
¡¡En un billar!! Que morbazo. Es una de mis fantasias favoritas junto con la de la ducha y la de la piscina...

Me ha gustado mucho pero me ha dejado algo intrigada: ¿que es eso que venia en camino? Más importante todavía: ¿eso que viene en camino tardará 9 meses?

¿Y qué es tocotó?

Un beso.

Unknown dijo...

Vamos por partes, y no es por sacarle protagonismo a Jack :p

Me alegro mucho de que te haya gustado, aunque a mi me sigue faltando algo, no me tiene buen chi.
Lo que viene en camino puede ser cualquier cosa, desde algo que tarda 8 meses, a algo que tarda dos días. Eso no lo sabrás hasta que haya una continuación.

El tocotó... bueno, como diría uan bolsa de PATATAS FRITAS con premio: "Sigue buscando"

Besos.

Anónimo dijo...

Y digo yo.....me vas a odiar.....con todos los respetos.....¿eso no sale en la pelicula "Alfie"?

Unknown dijo...

Mele? Nos conocemos? Aunque te conociera, tranquil@, no te odiaría :p

Pues sí, es de esa peli, pero me gustó y lo escribí.
Yo nunca dije que fuera autobiográfico ni que saliera de mi cabeza...

Un saludo, seas quien seas.